Soy raro... y estoy orgulloso de ello

Soy raro, lo asumo, al menos desde el punto de vista estadístico, y, sinceramente, me siento orgulloso, no por chauvinismo, no por afán de protagonismo, no por pedantería sino por las siguientes razones:

Escribo correctamente, se utilizar los signos de puntuación, no comento faltas de ortografía, no escribo como si se tratase de un SMS y mi léxico es, bajo mi punto de vista, bastante rico. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

No me visto como si fuese un futbolista de moda o una estrella de rock, no combino los colores para asemejarme a la carta de ajuste, no luzco cadenas que parecen robadas a las mascotas, no llevo pendientes de cristal imitando los diamantes del CR de turno, el tiro de los pantalones está en su lugar, uso más zapatos que zapatillas de deporte, no uso camisetas de tirantes, no se me ocurre llevar gorra o gafas de sol en interior. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

No miro como si me debieran y no me pagasen, ni mantengo actitudes de perdonavidas, conozco el significado de las palabras urbanidad, educación y cortesía, incluso, lo cual es aún más “sorprendente” si cabe, utilizo palabras, frases y locuciones como “por favor”, “gracias”, “perdón”, “disculpe”, “sería usted tan amable”. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Me educaron, y creo que bastante bien, en valores humanos, éticos y morales que poco o nada tienen que ver con tener el coche con el alerón más grande, la novia más Jenny, ser “Pepito Follarín”, buscar broncas por tonterías, ofender con mis actitudes a la humanidad y al buen gusto en general, molestar con la música de mi móvil (se ve que esto es la reedición moderna de los personajes que paseaban por las playas de South Beach en los 80 con un “loro” al hombro). Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

No vivo aislado de la realidad, se lo que pasa en el mundo, me preocupa y trato de estar informado, leo periódicos más allá del as, el marca, el sport o el mundo deportivo, leo prensa generalista y especializada, leo y conozco las corrientes de opinión tanto de un signo como de otro, no soy sectario, tengo mis opiniones y las defiendo, pero respeto y comprendo las de los demás. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Soy consciente que no soy la única persona en el mundo, así pues sé que no puedo hacer siempre lo que me salga de “los adminículos colgantes conferidos por la Gracia Divina a los entes masculinos de la especie humana” porque sí, soy libre, pero mi libertad acaba donde empieza la tuya. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Comprendo y comparto que el resto de los pobladores de este valle de lágrimas no están a mi servicio, por lo tanto trato de hacer su vida más fácil y no cargarles con las cruces que a mí me corresponden, aunque, evidentemente, como todo el mundo, esto no siempre lo consigo, pero me disculpo cuando es menester y si necesito ayuda la pido como un favor, que estaré encantado de devolver cuantas veces sea menester, no creo en la ley del embudo. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Siempre estoy dispuesto a ayudar en la medida de mis posibilidades en cuantas formas sea capaz de hacerlo, me cuesta un mundo decir que no a la gente que aprecio, me importa o quiero. Nunca apuñalo las espaldas de mis amigos, nunca traiciono, no miento y siempre doy la cara públicamente por mis amigos (aunque en privado les exprese mi disconformidad), en resumen, llevo a gala mi lealtad, mi fidelidad y mi integridad tanto personal como profesional. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

En mi trabajo soy profesional y cumplidor, no necesito palmaditas en la espalda, creo en la promoción por méritos, no hago, ni he hecho ni nunca haré la pelota, si pides mi opinión prepárate para escucharla, no voy a decir lo que quieres oir sino lo que realmente pienso, te guste o no, soy como soy y me gusta, no me escondo detrás de fachadas artificiosamente creadas para vender una imagen real con quién sabe que arteros fines... "al que no le guste que no mire y el que tenga miedo que no monte". Ni digo ni hago cosas por compromiso, quedar bien o convención, si me ves hacer algo o me oyes expresar algo puedes poner tu mano en el fuego sin miedo a quemarte porque eso que ves u oyes es lo que realmente creo, siento o pienso. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

No me asusta expresar mis opiniones, considero que no tengo porqué esconderlas, porque si a alguien le ofenden mis ideas o mis opiniones, es su problema, no el mío, respeto todas las opciones, las comparta o no, así que pido y exijo lo mismo para mí, ni quiero ni necesito anuencias y menos aún si son falsas, vacías, interesadas o desnudas de contenido, no necesito la aprobación de los demás, con la mía es suficiente, lo primero es estar conforme y satisfecho con uno mismo, poder mirarse al espejo sin cargo de conciencia y dormir a pierna suelta sin remordimientos que te desvelen. La satisfacción personal y moral es mucho más importante que la material. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

No me mueve el poderoso caballero que es Don Dinero, evidentemente si él viene conmigo no le voy a echar, pero siempre he pensado que se vive DEL dinero, no PARA el dinero, no me duele la cartera, me duelen el corazón y el alma, no necesito ser el más rico del cementerio, ni del barrio, ni de mi escalera…ni siquiera de mi casa “era tan pobre que lo único que le sobraba era dinero” es una afirmación tan triste como cierta y, por suerte, nunca se me podrá meter en ese saco. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Tengo sentimientos, principios, valores y creencias, no me asusta reconocerlo ni hablar de ellos, no me importa reconocer que algo me duele o me emociona, no escondo lo que siento por la gente, no disimulo, puedes estar seguro/a que conmigo siempre tendrás una relación sincera, ya sea de amor, de odio, de amistad, de compañerismo o de indiferencia, digo lo mismo a la cara que a la espalda y si tengo un problema con alguien, ese alguien será el primero en saberlo, no uso mensajeros ni correveidiles. Esto no es habitual, ergo: SOY RARO

Por todas estas y muchas más razones es por las que soy una anomalía en este Matrix creado socialmente de mentiras, infundios, triquiñuelas, aprovechados, intenciones torticeras, gente que no va de frente, traidores y demás Rinconetes y Cortadillos de este Patio de Monipodio en el que vivimos.

Es más digno el papel de Sancho II que el de Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido