miércoles, 8 de diciembre de 2010

El exorcismo

A veces, uno se siente mal y le atrapan los demonios de la noche y los fantasmas del pasado comienzan a aparecer ante ti aprovechando tus momentos de debilidad.

En ocasiones, tu estado de ánimo decae tanto que comienzas a pensar tonterías, traicionas tus ideales y tus principios, decides conformarte con menos de lo que deseas, das una patada a tus normas y tus listones...

Hay momentos en que no solo crees que no existe el roto que complemente tu descosido, sino que como addenda te autoconvences que ni siquiera mereces dicho roto.

Vuelves la vista atrás, invocando al pasado como guardaespaldas, rememorando tiempos felices sin reparar en que, no solo es falaz que cualesquiera tiempo pasado fue mejor, sino que ese vistazo no hace sino alimentar a demonios y fantasmas... y al final esa búsqueda de algo de tu pasado que te reconforte lo que trae son sentimientos de melancolía, te envuelve una misantropía injustificada e injustificable y acabas por pensar que ya viviste tu gran historia

Y cuando todos los malos augurios, pasados y presentes, amenazan con viajar en el tiempo, con anidar en tu corazón de forma permanente, cuando todas las nubes negras y sombras de tu personalidad parece que te vayan a sumir en una depresión eterna, cuando la apuesta segura aparenta ser la de la victoria de fantasmas y demonios... surge la luz.

Porque todo es negro, sumido en la tenebrosa oscuridad de una noche eterna... pero solo en la noche aparecen las estrellas, como puntos de argentea esperanza...

Y en ese momento dejas que la "esperanza de plata" te bañe, dejas que su luz te envuelva y le devuelves una sonrisa

Sientes que esa imagen ha de ser tu guía, tu faro, tu horizonte... notas que es tu refugio, porque solo reclamarla mentalmente, hace que la sonrisa, otrora olvidada, aflore a tu rostro, tu alma torturada se ve reconfortada y tu corazon vuelve a latir, el nudo de angustia que te ataba a la tristeza es desatado en un instante...

Y esa esperanza de plata, eres tú ...porque sólo saber que existes, me reconcilia con el mundo y conmigo mismo.

Porque alguien te demuestra que prefiere un mundo contigo.

Porque alguien te enseña que siempre hay un mañana en el que el Sol brillará (y el Sol es tu mirada)

Porque alguien, aunque no sea tuya y, aunque esté a muchos kms de distancia, es ELLA: cercana, dulce, inteligente, abnegada, preocupada y desinteresada.

Quizá algún día le pueda corresponder, hasta entonces sólo puedo decirte: GRACIAS, por todo, por ser tú, por ser como eres, por estar ahí... no necesito ni tan siquiera un acorde