Countdown

Todo aquello que empieza, por una razón u otra, tiene que acabar, antes o después, bien o mal, duelos y quebrantos, clarines y tímbales, marcha fúnebre, marcha nupcial...todo tiene su fin

Y este es el fin de este blog, a lo largo de esta semana terminaré las cositas que tiene pendientes, como terminar de ponerle música a todas las entradas (ya la tienen unas cuantas, por si no os habíais dado cuenta, pero he empezado por las más antiguas, así que quizá no lo hayáis encontrado aún) y, por supuesto, subir una serie de entradas que ya están listas, o casi, para ser publicadas...y después se acabó.

Esto no es un hasta luego, es un adiós, definitivo e irrevocable, este blog ha tenido grandes momentos, es como un hijo para mi, pero me duele demasiado, no tengo fuerzas para seguir con él...ni con nada.

Quizá algún día empiece otro, es bastante probable que sienta la necesidad de escribir, de gritar al mundo, de desahogarme o de vomitar mi dolor, pero este blog es una pieza terminada, no volveré a él...si a alguno vuelvo a encontraros será un inmenso placer, a los que no, sólo agradeceros que me hayáis leído, que me hayáis apoyado, ayudado, criticado...whatever

Me llevo conmigo a gente que ha trascendido la barrera 2.0, que ha saltado de lo virtual a lo real y eso, para mi, es motivo de honda satisfacción, pero estas despedidas ya tienen su propia entrada que subiré en su momento.

Sólo despedirme, decir que ha sido un placer y un orgullo, pero hasta aquí hemos llegado, dimito, dimito como blogger, dimito como persona, dimito de mi vida, de mis tratamientos, de luchas, de anhelos y de esperanzas... todo tiene su final y el mío va de la mano con el de mis Memorias del Olvido

Game Over, he perdido