La Filosofía del Palomero

Uno de los grandes próceres del saber de nuestro siglo, sólo comparable al "gran" Bertín Osborne, el gran Juan Manuel López Iturriaga, alias "el palomero", en una de sus incontables perlas de sabiduría afirma:

"Ser optimista cuesta lo mismo que ser pesimista y te lo pasas mejor"... esto es cierto, casi una verdad del barquero, una perogrullada incluso, no cabe duda, pero, cuando eres, como el que subscribe, un optimista patológico, crónico, galopante... desbocado incluso, que al mínimo rayo de luz te vienes arriba (porque los de Bilbao nacemos donde nos da la gana y punto!) esta aseveración esconde una maldición... en el pecado llevas la penitencia, hermano.

En la antigua Roma, los generales triunfantes en batalla, si estaban investidos con la Magistratura consular o proconsular podían gozar, si la victoria era merecedora de ello y aportaba una mayor gloria a Roma de lo que se conocía como un triunfo. Esto consistía en un desfile, encabezando sus legiones (estaba prohibida la entrada de las legiones e incluso de personas armadas dentro de la urbe... salvo de las legiones urbanae que debían ser algo así como la policía local, para el caso) atravesando el Campo de Marte y llegando hasta las puertas mismas del Capitolio. En esta parada militar el ejército siempre marchaba detrás de la curia senatorial, para dejar claro que, en Roma, nadie estaba por encima del Senado. Pues bien en esta para, decía, el General desfilaba a bordo de ua cuádriga, acompañado de un esclavo que sostenía sobre su cabeza una corona de laurel... pero a bordo de la cuádriga había otro "invisible" pasajero, siempre había un enano (para los políticamente correctos personas de altura comprometida por debajo de la media) que, escondido, le iba recordando al "triunfante" que sólo era una victoria, que las batallas había que ganarlas cada día... y cuán breve era la gloria.

Hace unos años se rodó una película (basada en hechos reales), titulada "The Replacements" (creo que el título se radujo por "Equipo a la Fuerza" o algo así), en esta película del siempre sobresaliente Gene Hackman y de Keanu Reeves se narra el caso de una huelga de jugadores de la NFL y como el propietario de un equipo recurre a un entrenador retirado y peculiar (Hackman) para que guíe un equipo de jugadores amateurs hasta los playoffs... (sí, el quaterback era Keanu). Pues bien, en un momento dado Jimmy McGinty (Gene Hackman) realiza la siguiente alocución:

"La Gloria, no importa cuán efímera esta sea, acompaña a un atleta (persona) eternamente"

¿Qué opción es la buena, la eternidad o la caducidad, el enano o McGinty?

Desde mi punto de vista las dos y ninguna... yo soy muy optimista, me vengo arriba a la velocidad del rayo, en todos los ámbitos de mi vida, en las relaciones, en el deporte, ante las ofertas de empleo etc etc (quizá en lo que menos arriba me vengo sea en mi trabajo, porque la experiencia y la frialdad me hacen ver las cosas desde más ángulos de forma simultánea...aunque no obstante siempre tiendo a pensar que las cosas van a salir) evidentemente ese optimismo hace que uno se la pegue con "cierta" frecuencia... también en todos los ámbitos... y no siempre uno está preparado para ello

Así que, la gloria es eterna... pero recuerda, hay que renovarla cada día, victorias pasadas no garantizan victorias futuras, pero nadie te puede robar tus momentos de gloria, un triunfo es un triunfo, aunque sólo sea el recibidor de fracasos!!!