¿Dónde van los sueños (y las pesadillas) cuando despertamos?, ¿dónde van los olvidos?, ¿dónde se alojan todas esas enseñanzas que ya no nos son útiles?. ¿Dónde se refugian las miradas enamoradas, las sonrisas cómplices, los besos dados, recibidos, anhelados, robados...?, ¿dónde se resguarda el deseo carnal, el olor, el sabor, el roce de la piel del ser amado cuando ya no hay ni amor ni ser?.
Fotos olvidadas en un cajón (cuando no borradas o destruídas), bromas privadas que pierden su gracia y su privacidad, motes, apodos y apelativos que recorren el no tan largo camino que va desde la ilusión y la gracia hasta el sonrojo, la vergüenza y el olvido.
Viajes que repetir, lugares que visitar en nuevas compañías, recuerdos que olvidar, olvidos que recordar, errores que tener presentes, paciencias y aguantes que medir...
Amores que fueron y no son, porque, asumámoslo, en el amor, salvo una, todas las historias nos van a salir mal, unas nos dolerán, otras nos serán indiferentes, otras, inclusive, supondrán un alivio, pero habrá una que hará que todo merezca la pena, que hará, por increíble que parezca, que demos por buenas y bien empleadas todas las anteriores, por desastrosas o dolorosas o dañinas que hayan resultado...
Sueños, besos, recuerdos, amores, olvidos, enseñanzas, fotos, bromas, apodos, viajes, regalos, olores, sabores, tactos, deseo... añoranzas y pesares, rerum novarum, todo cambia para que todo siga igual, todo va y todo viene, solo uno permanecerá, sólo puede quedar uno (será Connor McLeod?), el resto dejarán cicatrices, más o menos profundas, en el alma y el corazón, pero todos tras habernos ayudado a recorrer parte del camino, todos sin excepción acaban en una cárcel de nuestra memoria, de nuestra historia, de nuestra vida...
Y, a pesar de tus palabras, a pesar de que creas que aún muero por tus besos, que aún mataría y moriría por ti, aunque creas, pienses y afirmes que siempre estaré ahí para ti, que nunca seré libre de tu embrujo, que siempre estaré presto para acudir en pos de ti... a pesar de todo eso:
AHÍ ESTAS TÚ
En la cárcel de mi memoria, en el rincón del olvido, sólo eres un capítulo más en el libro de historia que es mi vida
Precioso!
ResponderEliminar...pero sigo insistiendo en que no da la impresión que tengas a Mandarina tan presa detrás d eunos barrotes...
Un beso!
Hola Ali!!
ResponderEliminarEs que son unos barrotes metafóricos, pero sí, a día de hoy puedo poner el cartel de:
Re-opening....under new management
En el amor, salvo una (con suerte.. añado) todas las historias nos saldrán mal.
ResponderEliminar¿Es tuya?...
¿Me la puedo poner de cabecera en el blog?
¿Si la primera es afirmativa, tendré que pagar copyright?.
Jamás (sí, lo sé soy muy exagerada) había leído algo tan cierto sobre el amor.
Besos y sigo leyendo (unas veces Proust otras Zruspa_JB.. jajajajaja, es lo que tiene 'esto')
Hola Flor!!
ResponderEliminarPues sí, esa frase es mía...
Sí, la puedes poner de cabecera de tu blog...
Pue ssí, estás cosas conllevan copyright, royalties, diezmos, cábalas, precios públicos, tasas, exacciones, impuestos.... pero nadie ha hablado ni de un céntimo (hay muchas formas de cobrarse... )
Jamás?...qué pasa, tú no veías a 007 y encima para exagerar tienes ascendencia andaluza??
Mmm Proust, desde los 15 que lei "En busca del tiempo perdido" no lo he repasado, quixzá deba ponerme otra vez con él...